No es un adorno muy trabajado, ni muy delicado y ni muy bonito. Pero mi nuevo adorno de puerta para Navidad es único.
¿Cómo lo he hecho? ¿Recordáis el Árbol de Navidad con el que decoré el pasillo hace unos días a propósito del desafío de Leroy Merlin? Pues como me sobró madera de aquel pequeño brico, de un tablero de madera que conseguí precisamente en Leroy Merlin, la he aprovechado para cortar un rectángulo y convertirlo en este colgante navideño que decorará todo el mes de diciembre, la puerta de casa.
Recorté un rectángulo del tablero de madera, le hice un agujero con el taladro atornillador de Black and Decker, lo pinté y escribí un «Aquí hay Navidad» con un rotulador negro permanente. Un dibujito bajo el texto y un cordón negro y así terminé mi adorno navideño para la puerta; un adorno hecho a mano, reciclando restos de otros bricolajes y además, o-ri-gi-nal y ú-ni-co de verdad.
Lo he colgado en el pomo de la puerta, en el tirador a la altura de la mano. Quizá alguien diga que ahí abajo, queda demasiado fuera de la vista inicial de un pasante y que por ello no es el lugar donde debería ir un adorno de este tipo. Pero como se trataba de hacer un adorno original, también el lugar que iba a ocupar podía ser original.
Así que este año, todos los que pasen por la puerta de casa o todas las visitas que entren, siempre y cuando sepan observar o bajar la vista lo suficiente, sabrán que en esta casa, hay Navidad gracias a este adorno de madera hecho a mano y de la forma más fácil. Ya sabéis que no me gusta complicarme.