¡¡Es tiempo de mandarinas!! ¿No os encantan? Su sabor, su forma, su color, su piel naranja y texturizada… Su piel que nos sirve para hacer adornos. ¿Os habiaís dado cuenta?
Ayer mismo tuvimos en casa mandarinas de postre. Justo en el momento en el acabamos de comerlas y quedaban sobre el plato las pieles de las mandarinas, me llegó la inspiración y pensé en convertir esos restos que iban a ir directos a la basura, en decoración.
Esta no es la primera vez que recorto pieles de mandarinas o de naranjas para hacer adornos y decorar. Me encanta utilizar frutas de temporada para decorar en cada momento del año. Pero como también me gusta comérmela, solo me quedan las pieles que tampoco son poca cosa.
Con pieles de mandarninas y naranjas, otras veces he recortado círculos para atadados a un hilo hacer guirnaldas. Alguna vez he recortado las mismas pieles de naranjas y mandarinas en forma de estrellas que me sirven para decorar platos. Pero ayer, ayer recordé que tengo unos cortapastas de plástico que pueden con todo. Me han demostrado que hasta con las pieles de la mandarina.
Para hacer estos adornos con pieles de mandarina, usé el cortapastas con la forma más divertida que tengo y presioné con fuerza por la parte interior de la piel de la fruta.
Como fue un «dicho y hecho», no había retirado la piel a las mandarinas con conciencia y no encontré muchos trozos grandes entre los restos, como para poder hacer más de cuatro de estos divertidos adornos naranjas. Pero como en casa somos dos, son suficientes para decorar desde bebidas, hasta algún plato esta temporada.
De momento los he dejado secándose en la cocina, y mientras aprovecho el buen aroma que aún conservan para ambientar.
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