La verdad es que no sé cómo algo como el dorado y los tonos cromáticos asociados al oro, pudieron pasar de estar asociados al lujo y al valor, a relacionarse con lo vulgar y de mal gusto. Seguramente es culpa de ese peligroso juego de falsear el material hasta que la intención estética se da la vuelta para resultar en efecto contrario al que se busca.
Quiero decir que algo como el lujo, si rebasa la delgada línea entre que suponga valor o suponga ostentación, y más si es el caso de un falso lujo, puede acabar siendo una pompa y un boato que se aprecia barato y resulta despreciable.
Sea como sea y me parece justo, el dorado vuelve a aceptarse estéticamente en moda y decoración.
Porque hay marcas, tiendas y diseñadores, que han sabido salvar el peligro y han recuperado el valor real y original del «oro».
La nueva colección Precious de Kartell es un ejemplo perfecto de objetos dorados y brillantes que consiguen reasociarse al lujo sin resultar horteras.
Son lámparas, jarrones, relojes, pequeños muebles auxiliares… objetos decorativos y funcionales, dorados y brillantes cuya estética nos hace desearlos como si recuperaran de golpe toda su grandeza perdida.
¿O no? ¿Qué pensáis del dorado en la decoración? ¿Os habéis sumado ya o os sumaréis a la tendencia gold para decorar la casa?
Imágenes de Kartell.
En mi casa hay un lema : mucho dorado mata el dorado!. Como todo siempre con moderación jaja
Bsos