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Si a principios del año pasado ya se veía que una de las tendencias decorativas más fuertes tenía que ver con la mezcla de la madera y el blanco, a finales de 2014 y a principios de este 2015, es fácil afirmar que el cobre se suma a esta combinación.
Imagen de Planete Deco
Quizá esta mezcla de colores que seguro vais a ver en más de un catálogo de decoración, madera, blanco y cobre, es una vuelta de tuerca más en ese intento de «desrusticar» la madera, sobre todo la madera sin apenas tratamiento, en su versión más natural, sea cual sea su color original.
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Porque la madera o los colores madera fuera cual fuera su tono, que en el pasado año ya se mezcló con éxito con el blanco, consiguieron así un punto chic muy interesante para que los ambientes urbanos y alejados del campo y lo rústico, no parecieran horteras intentando simular algo que no eran.
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Con el brillo del cobre, ese rústico chic y algo urbano, se vuelve más glamuroso, más lujoso, más caro, más fascinante, más mágico.
Y lo tengo que admitir. Me rendí a la mezcla de madera y blanco y me rindo a los nuevos tonos cobres en esta apuesta tendencia para 2015.
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