Porque todos, en alguna ocasión hemos visto un otomán aunque no supiéramos darle nombre. Un otomán no es más que un reposapiés normalmente tapizado en su parte superior y usualmente a juego con una butaca.
Un otomán puede ser cuadrado, rectangular o redondeado y si su parte superior es lo suficientemente rígida puede servir incluso como mesita auxiliar.
En realidad un otomán no es más que un mueble auxiliar multiusos que puede destinarse desde a descansar las piernas al final de un día, a asiento rápido cuando hay demasiados invitados en casa, pasando por pequeña mesita donde aguantar unas bebidas.
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El diccionario de la RAE no recoge esta acepción, más bien se debería hablar de escabel.
Lo sé. Pero un escabel no es un otomán. Tienen connotaciones distintas, por lo que preferí usar una palabra aceptada popularmente, aunque no lo haga la Real Academia de la Lengua Española. Al fin y al cabo, lo importante es entendendernos.