Este dormitorio para una chica adolescente, es la propuesta que he encontrado entre las «girls bedding» de PBteen, creada y diseñada por Emily y Meritt, que si buscáis en la tienda, encontraréis un vídeo donde ellas mismas nos explican toda la colección (en inglés).
Lo más adolescente de esta colección para chicas, es la combinación de blanco, negro y dorado. El negro como símbolo de rebeldía, no puede faltar en un dormitorio adolescente, tanto de chico como de chica. Pero es el dorado y los objetos que se han «endorado» de este dormitorio, los que nos convencen a primera vista de que se trata de un dormitorio adolescente, pero de una chica.
Los objetos que llenan esta propuesta decorativa adolescente, también son «muy de chica», muy femeninos pero al mismo tiempo con un aire adolescente definido por moverse entre lo infantil disfrazado de adulto. Estos objetos son por ejemplo, cojines con forma de estrella, vacíabolsillos decorados con la onomatopeya de la voz de un gato o un portanotas adolescente del que se pueden colgar desde las fotos con amigas para siempre hasta las primeras notitas de amor del primer chico.
El estilo vintage y parisino de muchos de los objetos que decoran esta habitación para una chica adolescente, es lo que también puede ayudar a convencer a esa chica de que es la suya. Son objetos que «versionados» en otros colores como el rosa podrían parecerle cursis a una chica adolescente, pero que en negro y dorado seguro que les ofrecerán el punto estético perfecto entre lo rebelde y lo femenino y lujoso.
La decoración adolescente siempre es difícil. Es difícil porque en general, un adolescente es difícil. Y aunque soy de las que piensa que hay que dejarlos que se expresen con su propia decoración, para que su habitación no llegue a parecer un almacén destartalado, siempre se les puede ayudar con una base estética a su estilo sobre la que puedan introducir sus propios cambios.
Expresarse es una de las mayores necesidades que tiene un adolescente y la decoración del espacio que sienten suyo en casa, su dormitorio, es una forma notable de hacerlo, diferente a lo de decorar las carpetas y libretas del cole o «tunear» la mochila.
Pero que quieran decorar su dormitorio, no quiere decir que tengan que llenar las paredes de posters o dejar tirados sus objetos favoritos por toda la habitación; algo muy propio de los adolescentes. La adolescencia, el momento justo, sobre todo si no lo hicimos cuando eran niños, de enseñarles que cuidar la decoración y la estética de los espacios, es la mejor manera de mejorar esos estados de ánimo que no son los mejores en muchas ocasiones a su edad.
No se trata de imponerles nuestros gustos decorativos. Se trata de proporcionarles una base estética, basada en sus propios gustos y deseos, y que ellos puedan ir añadiendo sus propios adornos y hasta transformar por completo la decoración, pero que siga pareciendo decoración y no una pila de trastos amontonados.
Por eso, cuando encuentro propuestas decorativas tan adolescentes como esta, me gusta recrearme en ellas para aprender a decorar para los jóvenes.