Hoy me vuelvo reivindicativa y hasta crítica con el minimalismo extremo que ha dominado durante demasiado tiempo la decoración e interiorismo de tantos hogares.

Aunque ya llevamos temporadas en que la fuerza vintage nos ha hecho replantearnos la tendencia minimalista, aún hay quien afirma que menos es más, y que una vivienda moderna no puede contar con elementos decorativos clásicos. ¿Tú qué crees?

A pesar de la invasión de mobiliario minimalista o de elementos decorativos nórdicos y adecorados, parece que la nueva tendencia nos empuja a recuperar esa imagen clásica y hasta algo barroca, que consigue dar un aire de estabilidad, valor y calidad a nuestros hogares.

¿No estáis cansados de que la mayoría viviendas que se hacen llamar modernas, parezcan estar amuebladas con muebles de quita y pon, con un mobiliario de fácil mudanza o incluso con elementos decorativos que parecen más un embalaje que adornos reales?

No digo que esos muebles y esa decoración no sea práctica para casas de estudiantes, de jóvenes en viviendas de alquiler o incluso para una primera vivienda en la que no se puede realizar una inversión para muebles de mayor calidad.

No obstante, cuando queremos crear un hogar con fundamento, cuando buscamos estabilidad no solo en el hogar sino estabilidad emocional y familiar, quizá es hora de decorar acorde a esa necesidad y buscar un mobiliario y ambientación como la que hoy os estoy mostrando.

Y no, aunque pueda parecerlo, la decoración clásica no tiene porque resultar rancia, antigua o vieja. Los muebles clásicos, gracias a la mezcla con elementos y colores actuales, pueden perfectamente decorar una vivienda joven y moderna.

Esta es la idea que he sacado de las maravillosas propuestas y ambientaciones decorativas de Guadarte, que cualquier recreación clásica, puede renovarse hasta el punto más moderno con color.

Marcas como Guadarte que hoy me inspira, demuestran con cada uno de sus proyectos que la decoración clásica puede perfectamente llenar una casa moderna y actual.

Mezclar los elementos más clásicos y hasta helenistas con colores actuales como verdes, morados, rojos o naranjas; puede ser todo un acierto para revalorizar el interior de nuestra vivienda.

La forja, la cerámica, el cristal o la madera, dan imagen de sobriedad que hay que saber adornar para sumar modernidad, pero es posible. Por ejemplo, grandes mesas de comedor coronadas por grandes lámparas de techo, se pueden ver modernas si las vestimos de manteles de color o una vajilla atrevida. Con efectos y mezclas como esta, podemos conseguir ambientes señoriales pero totalmente modernos y hasta jóvenes.

Si queréis ver más fotografías de ambientes clásicos renovados como los que hoy os muestro, debéis visitar:

Guadarte