Esta silla era una silla normal, dentro de lo normal que puede ser una silla mini, una silla infantil de un color tan vivo y atractivo como el rojo; pero una silla normal.
Era una silla normal hasta que la he convertido en una silla de rey, con algo tan a mano como es una corona de cartón que guardaba de un roscón de Reyes de las últimas navidades. Llamadme trastera porque lo guardo todo, pero no me podéis decir que no le saque provecho a «ese todo» en cualquier momento.
Y así, con una corona de cartón he trasformado una silla infantil, en una silla para el rey de la casa.
Os enseño esta silla de rey en el blog, no porque espere que vosotros hayáis guardado como yo las coronas de cartón de los roscones de reyes de las navidades pasadas, sino porque es posible que os animéis a poner en práctica la misma idea, pero haciendo una corona vosotros a mano con cartulina si os gusta cambiar la decoración bastante a menudo, o con un material más duradero como puede ser la goma EVA o el fieltro.
O con puntillas, que ya he visto muchas coronas de reyes, reinas, príncipes y princesas «caseros», hechas con puntillas cosiéndolas en forma de aro y endureciéndolas con cola, laca o barniz.
El hecho es que esto de convertir una silla infantil en una silla de rey, puede ser una idea divertida para darle un toque mágico a un dormitorio infantil o una estética de cuento a una habitación de juegos donde los niños se monten sus propias historias de reyes, reinas y castillos.
Para completar el ambiente y decorar un poco más el espacio donde coloquéis la silla, no os cortéis y abusad del dorado. Una habitación de reyes es el espacio perfecto para decorar con telas doradas, con cojines amarillos y brillantes, con tejidos rubios o cintas y hilos de «oro».