
Aunque quizá de toda la decoración navideña, el Belén es el que menos presencia tiene en los hogares modernos, yo me niego a retirarlo por completo aunque me falte espacio.

Belén no pongo en casa, como ya he dicho por falta de espacio y porque aún no he tenido ocasión de coleccionar un gran número de figuras para montarlo, pero sí que pongo un pequeño Nacimiento. Y como mi Nacimiento es tan pequeño, se pierde de vista entre otra decoración con la que adorno mi casa en Navidad.

Por eso este año, he querido destacar este pequeño Nacimiento que podría estar en un Belén más grande, para que se vea bien, para que aunque quizá siga sin verse a primera vista, no pase desapercibido y se descubra entre la decoración que lo adorna.

¿Cómo lo he hecho? ¿Cómo le he dado protagonismo a un Nacimiento tan pequeño? De la misma forma que lo haría con cualquier pieza o elemento decorativo que lo fuera; creándole un «marco».

Para este Nacimiento de Belén, el marco que me pareció perfecto lo encontré en ese terreno que os conté que me compré hace algunos meses. Limpiando un poco, me encontré una raíz con la curiosa forma que veis en las fotografías. Sí, la raíz tenía forma de corona y Navidad y esa tendencia a decorar con ramas naturales y troncos me convenció de que es en esta época del año cuando mejor quedaría la raíz decorando en casa.

Atándole los extremos a esta raíz y colgando de ella algunos adornos, la he convertido en el escenario ideal para destacar el pequeño Nacimiento navideño y darle un protagonismo que como os digo, pierde entre otra decoración de Navidad en casa.

¿Qué os parece?