Hace algún tiempo, en «16 trucos para ahorrar el espacio al milímetro.«, presenté las puertas correderas como una de las mejores formas de ganar un metro cuadrado o más, de espacio útil en una habitación. Pero, ¿es realmente así?

¿SE GANA ESPACIO CON UNA PUERTA CORREDERA?
Mientras que una puerta de bisagras, ondulante, una puerta común y corriente de las que encontramos en la mayoría de viviendas, necesita un ángulo de al menos un metro cuadrado para abrirse y cerrarse, una puerta corredera necesita también cierto espacio en la pared para moverse por ella, al abrirse y cerrarse.

Es por eso, que ambos tipos de puertas restarán cierto espacio que quedará inutilizado para poner mobiliario pensando en lo funcional y decoración pensando en la estética. Pero, ¿cuál de los dos tipos de puerta quita más espacio? ¿Con qué puerta, corredera o tradicional, se puede ganar algún metro útil más o al menos poder habilitar espacio de uso?

Cómo alguien en su momento me planteó la duda, hoy quiero exponer una explicación gráfica y clara, de si realmente se gana o no espacio con una puerta corredera en lugar de con una puerta común.

 

Yo lo tengo claro. Cuando no hay espacio, cuando no sobra o cuando simplemente se quiere ganar más de ese espacio útil en una habitación, la solución y decisión más acertada con las puertas es elegir correderas.

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