Así, conseguir incorporar la tendencia vintage en nuestro entorno debe seguir cierto manual de instrucciones. El vintage tiene la virtud de aportar un toque personal a nuestro espacio, pero para que ese toque sea justo eso, un guiño diferente, no se puede abusar de unas piezas que mal seleccionadas, pueden dar a nuestro espacio en vez de un look vintage, un look totalmente anticuado, tipo “casa de la abuela”.
Sin embargo, una combinación equilibrada de muebles de IKEA, con las piezas vintage perfectas y alguna pieza de diseño, será un eclecticismo que dotará a nuestra casa de la personalidad y la armonía que buscamos. Conseguir ese equilibrio, por tanto, se plantea como un reto interiorista muy emocionante.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el toque vintage no está reñido con ningún estilo, por ejemplo cualquier colección de diseño que encontremos en Muebles Lluesma, incluso las del minimalismo más puro y sobrio como el de Gandia Blasco, podemos añadirle por ejemplo, un armario de principio de siglo de madera envejecida tratada y cromatizada, o una lámpara art decó que corone la sobriedad de las líneas de este estilo.
Sin embargo, y dado que la decoración de a pie no pasa por un minimalismo tan extremo que no nos permita una combinación, es posible aunar precio, calidad y estilo.
Los muebles de IKEA, al gusto de cada uno serán la base principal. A partir de ahí, los guiños vintage serán mayores en un ambiente bohemio que en un ambiente más práctico, y lo conseguiremos con muebles de mimbre tratados, sombrereras, baúles, jaulas envejecidas…Todo este conjunto, con el que ya otorgamos calidez a la impersonalidad de los muebles de la firma sueca, se puede rematar, dentro de nuestras posibilidades, con piezas de diseño clásicas. Las sillas famosas como la de Breuer o Aalto, serán el epicentro del conjunto del espacio. La luz nos puede ayudar a redistribuir según nuestras necesidades la presencia de los módulos en la estancia.
Por último, es importante usar una base de colores neutros para darle al vintage o al diseño un protagonismo mayor, teniendo especialmente cuidado con los estampados y su difícil armonización con tan variado conjunto.