¿Sabéis esos árboles viejos, secos, sin hojas y sin apenas vida, cuya deformada silueta queda a la vista en una noche de octubre mientras la luna brilla en el cielo? ¿No es un símbolo y emblema clásico de la Noche de Halloween?
Pues inspirándome en esos aterradores árboles vacíos y secos, que parecen presagiar que la muerte está cerca, he dibujado y recortado esta silueta para decorar la pared de mi salón en Halloween.
Me ha parecido tan fácil hacerlo, que aunque al principio la idea era hacer este árbol de Halloween y guardarlo para próximos años si me salía bien, probablemente no vale la pena. El año que viene, haré otro árbol de Halloween.
Ya sabéis, porque os lo he dicho varias veces, que no soy una gran mañosa ni con las manualidades ni mucho menos con el dibujo a mano alzada. Por eso, antes de ponerme a dibujar la silueta de este árbol para decorar en Halloween sobre el papel negro, lo dibujé en un folio a menor escala.
El papel negro es un rollo de papel fino que originalmente lo compré para hacer manteles de papel para fiestas. Como fiesta tras fiesta me sigue sobrando de este papel negro, lo he aprovechado para hacer esta silueta de árbol para decorar en Halloween.
Una vez dibujé el árbol en el folio con un lápiz, me atreví a trasladar similar silueta a mayor escala en el papel negro. Para marcar esa silueta, tuve que utilizar una tiza porque el grafito del lápiz apenas se veía.
Luego solo me quedó recortar la silueta del árbol de papel negro e idear la forma de pegarlo en la pared, para lo que finalmente me decidí a doblar pedazos de celo a modo de cinta de doble cara adhesiva.
Y así de chulo me ha quedado este árbol de Halloween. Ahora, y poco a poco hasta que llegue la verdadera Noche de Halloween, solo me falta seguir añadiéndole decoración, que posiblemente serán más siluetas terroríficas, hechas con el mismo papel negro.