Recientemente revisité una de las ciudades en las que más disfruto paseando por sus calles, Peñíscola.

Peñíscola es un municipio de Castellón, en la Comunidad Valenciana, con una geografía muy curiosa. El casco antiguo de Peñíscola está construído sobre una pequeña península rocosa, que antiguamente llegaba a ser isla con la subida del mar. Hoy ese juego del mar ha desaparecido debido a la edificación, pero en años pasados este hecho convertía a Peñíscola en una fortaleza perfecta.

Pasear por las calles del casco antiguo de Peñíscola es descubrir a cada paso una maravilla. Con los tradicionales colores del mediterráneo, blanco y azul, las casas de Peñíscola se recortan sobre un precioso fondo marino.

Pero una de las casas de Peñiscola ha querido destacar de las demás, abandonando la pintura blanca y la pintura azul, para decorarse adornándose con un elemento también tradicional en esta ciudad española, las conchas de mar.

La Casa de las Conchas de Peñíscola tiene una fachada peculiar, que es admirada por visitantes y turistas, ya que la fachada de esta casa está completamente decorada con conchas de mar.

Desconozco por completo la historia de esta casa que ha decorado su fachada con conchas de mar, sin embargo he querido enseñarósla como propuesta decorativa alternativa y curiosa de fachadas.

Si el exterior de esta casa decorada con conchas sorprende cuando la encuentras al girar una calle en Peñiscola, aún sorprende más cuando la observas de cerca, y descubres el cuidadoso trabajo que parece haber supuesto decorar la fachada de la casa concha a concha colocadas con esmero.

Las fotografías de la Casa de las Conchas de Peñíscola que os muestro, son de dos visitas distintas a la ciudad. Por esta razón observaréis como algunos detalles de esta fachada decorada con conchas han variado, como el color del cartel de forja que preside la puerta de entrada de esta casa que ahora es azul.

Además de la entera fachada adornada y decorada con conchas de mar, sorprende en esta curiosa casa, también la forma de sus ventanas, que recuerda descaradamente el pasado árabe de la región valenciana.

Os animo a que visitéis Peñíscola, no solo para ver en vivo esta peculiar casa decorada con conchas, sino el famoso Castillo del Papa Luna, sus brillantes playas y sus preciosas calles.