Quizá el título de este post pueda llevar a confusión, por lo que me gustaría explicarlo. Amazonia no es una vajilla que te puedas llevar a una expedición en la selva profunda. Ni si quiera es una vajilla que te recomendaría sacar de excursión o a un pícnic. Amazonia es más bien, una vajilla para traer a la mesa, esa selva para la mayoría de nosotros lejana que evoca grandes aventuras, valientes hazañas y arriesgadas empresas, envueltas en frondosidad y peligrosos animales salvajes.
¿Qué me dices? ¿Te convence la vajilla Amazonia? ¿No es este verano de crisis, en que muchos tendremos que renunciar a largas y lejanas vacaciones, perfecto para llenar tu mesa de lugares lejanos, exóticos y donde la aventura parece asegurada como el Amazonas?
Su verde espesura, la vegetación exuberante, los vivos colores de sus flores y el exotismo de animales y habitantes del Amazonas, han resultado desde siempre muy atractivos para investigadores, hombres de ciencia, exploradores y aventureros.
No fueron pocos los hombres que en pasados siglos viajaron hasta el Amazonas y dejaron constancia en dibujos y relatos la belleza del Amazonas. Como consecuencia, no solo el arte se empapó de esas imágenes e historias del Amazonas, sino que muchos objetos decorativos y domésticos reflejaron esa pasión por los colores y las formas de las tierras bañadas por el gran río Amazonas.
Villeroy & Boch rescata ahora esas imágenes y esas historias del pasado aventurero y reciente de hombres por el Amazonas para crear esta extravagante vajilla; la vajilla Amazonia.
Platos, tazas o fuentes fabricados en porcelana, lucen motivos que nos trasladan a una selva lejana y a momentos de aventura pasada pero reciente.
Cada pieza de la vajilla Amazonia cuenta una historia a través de un animal y de una planta, de la misma región amazónica. Son preciosos colibríes, mariposas salvajes, pasionarias azules o admiradas orquídeas; una flora y una fauna del Amazonas que se encargan de llevar la aventura a la mesa, con el recuerdo siempre presente de un pasado no demasiado lejos para haberlo olvidado.
Me encanta para una cena campestre y veraniega, ¡buen finde guapa!