Si tenemos comida o cena con familia o amigos en casa, tenemos claro lo que vamos a sacar, el mejor mantel, la cubertería más cuidada, la vajilla más bonita y hasta las copas. ¿Sabemos qué copas sacar? Es más, ¿sabemos para qué sacar cada copa?

No en todas las casas de hoy en día disponemos de un juego de copas completo y mucho menos lo usamos comunmente. Sin embargo, las copas resaltan la mesa y ofrecen una presentación completa y elegante a cualquier reunión en torno a la comida. Y por qué no, es útil saber qué copa sirve para cada bebida y cómo se colocan.

Aunque el protocolo es algo que podemos saltarnos cuando queramos y sobre todo, debemos hacerlo en reuniones más informales, siempre es útil tener algunos conocimientos de para qué sirve cada cosa en la mesa.

Y una de las cosas que menos claro tenemos a la hora de disfrutar de una comida o cena, es para qué sirve cada copa en la mesa y cómo su forma y características las hacen perfectas para cada tipo de bebida.

Las copas se colocarán frente al plato, en línea recta en diagonal o haciendo una pequeña elipse en torno al plato. Esto seguro que lo tenemos más o menos claro.

En lo que solemos dudar, es en el orden de las copas en esa línea diagonal o alrededor del plato. Fácil, el orden de las copas en la mesa es el que veis en la imagen a continuación.

La primera copa siempre será la copa de agua, le seguirá la copa de vino tinto, luego a la de vino blanco y finalmente la copa de champán.

Cada bebida debe servirse en su copa correspondiente y su colocación también dependerá de las bebidas que ser servirán o no se servirán.

Es por esto que normalmente en la mesa solo situaremos la copa de agua y la copa de vino, normalmente tinto. En muchas ocasiones el vino tinto y el vino blanco se pueden servir en la copa de tinto. Y en ciertas ocasiones, en las que el cava se sirve al final, su copa puede hacer la aparición, justo cuando se han retirado las demás y se saca el cava.