
Unas cajas, unas simples, comunes y corrientes cajas de chapa, sirven para colocar todos esos adornos de Navidad que hemos ido coleccionado con el paso del tiempo y que ya no nos caben ni en el Árbol de Navidad, ni en las estanterías, ni en ningún sitio.

No sé a vosotros, pero a mí me pasa que he ido reuniendo tantos adornos de Navidad con el paso del tiempo, que algunos se tienen que quedar en una caja, pero esta vez sí, en la caja donde están guardaros todo el año.
Pero la idea de Muy Mucho es esta, unas cajas colocadas de forma curiosa, como espacio extra para exponer esos adornos de Navidad sobrantes.
Sirven para montar este espacio navideño, cualesquiera cajas de madera o esas cajas de fruta o de transporte que muchas veces nos llevamos de tiendas, de comercios o que incluso otras veces nos encontramos en contenedores de basura.
Esas cajas pueden ser un espacio temporal en el que colocar los adornos navideños que este año no van al árbol o se quedan sin espacio en el Belén, pero que son tan bonitos que es una pena no mostrarlos en Navidad.

Bueno, los preciosos adornos de las fotografías no son de años pasados, son de Muy Mucho y te temporada. Y posiblemente, las cajas que han usado para exponerlos no son cajas de esas que a veces nos regalan los fruteros, sino cuidadas cajas compradas. Sin embargo, la idea es genial y por ello ha merecido el post de hoy.