Igual de duro que de frágil y bello, el vidrio siempre ha sido un elemento recurrente en la decoración.

Hoy el vidrio se ha desarrollado y perfeccionado tanto que podemos descubrir aplicaciones con este elemento tan decorativo que no hubiéramos imaginado.

El vidrio templado, un vidrio que cuenta con una resistencia superior a la del vidrio sin tratar, es hoy en día utilizado en la construcción y en la decoración, como cualquier otro elemento más tradicional.

Es más que normal encontrar ventanas de vidrio. Y es algo menos habitual pero también común, contar con puertas de vidrio en los interiores o incluso en puertas de entrada.

Pero el vidrio, el vidrio templado, también es un recurso decorativo para crear nuevas, atractivas y soprendentes superficies, recubrimientos o acabados los interiores.

Hoy podemos encontrar y decorar con escaleras de vidrio, mobiliario, separadores e incluso paredes enteras hechas con este material, sin que nos llame especialmente la atención, pero con un enorme abanico de posibilidades decorativas y creativas.

Algunas de las grandes ventajas del vidrio aplicado en decoración e interiorismo son su fácil mantenimiento, su lento deterioro con el tiempo o su belleza. Pero sobre todo, la cualidad del vidrio que personalmente más valoro es su casi nula resistencia a la luz.

Usando el vidrio para crear y decorar interiores podemos conseguir ambientes ligeros, abiertos y diáfanos, lo que puede cambiar por completo nuestra forma de vivir en el interior.

Como he dicho antes, con vidrio se pueden hasta levantar paredes totalmente transparentes, para crear maravillos espacios a los que la luz llega a todas las diferentes estancias de un interior.

¿No os parece una gran acierto el vidrio en la decoración?