Me encantan las láminas decorativas. Me gustan mucho más las láminas que los cuadros. De hecho, no tengo ni un solo cuadro decorando las paredes de mi casa y sí muchas láminas. Solo las fotografías de las que admito que abuso, ganan a las láminas en mi lista de gustos personales para decorar. Eso sí, las láminas con las que decoro mi casa las hago yo misma. Puedo hacer una lámina con un dibujo o diseño impreso, dibujando directamente en una hoja de papel o incluso puedo convertir en láminas un envoltorio de caramelos o un diseño que me enganche al encontrarlo impreso en una bolsa de papel. Ayer me hice una combinando dos técnicas. Os cuento cómo.


















