A no ser que nos la hagamos a nuestro gusto y medida, no siempre tenemos las dimensiones y las características arquitectónicas que deseamos en nuestra casa. Pero, ¿sabes que podemos usar la pintura y el color de la pintura para «modificar» los aspectos arquitectónicos de casa que no nos gusten?

Evidentemente cuando digo «modificar», no quiero decir que podamos agrandar un espacio o bajar un techo realmente solo con pintura. Pero si lo tienes en cuenta, el uso del color y en qué lugares y zonas lo utilizas, puede engañar notablemente al ojo, consiguiendo que el espacio parezca más grande o el techo más bajo.

Aplicar pintura de color o pintura neutra para agrandar, alejar, subir o bajar visualmente los espacios, es un tema del que ya os hablé ampliamente hace años en «Consejos de decoración sobre el uso del color«.

Recientemente he recibido algunas consultas sobre si pintar el techo de color, o sobre cómo elegir en qué pared aplicar pintura con color y qué pared dejar en blanco. Por eso he decidido rescatar el tema del uso del color en la decoración, para corregir errores arquitectónicos o efectos visuales no deseados.

Al pintar, o más correctamente dicho al elegir el color de la pintura, debemos tener clara la norma general:

En base a esta norma, podemos empezar a elegir colores según el efecto visual que queramos conseguir con ellos.

Habrá quien diga, y no es que sea incorrecto pero mi opinión es otra, que los colores en la decoración siempre deben ser claros buscando la luminosidad. La tendencia actual sigue siendo abusar del color blanco, como si este encerrara el secreto del buen gusto.

Sin embargo, es posible que en ocasiones busquemos un efecto diferente que solo podamos lograr con pinturas oscuras. Mientras que un despacho o una zona de trabajo siempre vamos a necesitar esa luminosidad que nos dan los colores claros, puede suceder que un dormitorio en el que no tenemos muchos muebles, podamos aprovechar una pintura oscura para crear calidez e intimidad.

Los problemas más básicos que podemos solucionar con pintura y eligiendo bien el color son:

Problema: Techos bajos.
Solución: Pintar el techo blanco o blanco roto y aplicar color a las paredes.


Problema: Techos altos.
Solución: Pintar el techo de un color oscuro, o más oscuro que el color con el que decores las paredes.


Problema: Espacios alargados.
Solución: Pintar la pared del fondo con el color más oscuro.


Problema: Espacios cortos.
Solución: Pintar la pared del fondo de blanco, o del color más claro posible, y las paredes laterales más oscuras.