El recibidor de esta pareja se ha reparado y reformado en una notable reforma. Pero lo que he querido recoger del resultado no es la reforma en sí, sino el curioso cuadro con el que se ha adornado una de las paredes de este renovado espacio.
Se trata de un cuadro figurado de dimensiones considerables, que muestra un cielo, unas nubes y un mínimo horizonte. Es en realidad, lo que podría verse por cualquier ventana si en lugar de un cuadro, fuera esta la que ocupara la pared.
Desde luego que a nadie engaña este cuadro al simular una ventana. Este cuadro es una falsa ventana, que aunque podríamos calificarlo de trampantojo, el marco que lo sujeta elimina cualquier intención de engañar de lo que sí podría acusarse a un trampantojo menos evidente.
Aún así, me ha parecido una original idea para simular una ventana en espacios faltos de ellas.
Evidentemente un cuadro, por ventana que parezca, no llenará el espacio en el que se coloque con luz natural real, pero no se puede negar que pintando de azul celeste, un cuadro sí que podría aportar luminosidad a una estancia apagada.