La fotografía de esta silla decorada con un corazón, aunque no me atrevo a afirmar que es su origen principal, la he encontrado en la página de Facebook Loft I Love.
Me ha enganchado nada más verla. Primero porque es una idea cuya preparación no requiere más que buscar una plantilla en forma de corazón y algo de pintura. Segundo, porque es precisamente la imagen desgastada de esta silla lo que encierra su encanto.
Esta silla azul, y la otra que se adivina detrás en color verde, recuerdan a viejas sillas que alguna vez fueron asiento de clientes en alguna terraza de bar.
Recuperadas como sillas de jardín, se han conservado tal cual, con una mano de pintura sobre la que el tiempo ha hecho estragos.
El corazón pintado en la trasera de esta silla es el toque añadido que parece más reciente, y que añade más encanto aún a está vieja silla.
Además, aunque no se aprecia perfectamente en la fotografía, parece que se ha pintado de diferentes colores diferentes sillas. El corazón y la forma que parece aguantar milagrosamente en estas sillas, es lo que puede aunar un conjunto de exterior muy romántico y decorado sin renovarlo demasiado.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta pagina de decoración sin autorización.
Vaya Cris, que sencilla y bonita… Besos, Ana
Qué cosa tan sencilla y a la vez qué monada. Me ha encantado. La paso a mi carpeta de ideas geniales.
Besitos
gogoche.blogspot.com
Muy sencilla sobre todo divina se puede hacer en todo tipo de sillas. Especialmente para las niñas.